El bueno de Juan, cuando murió, subió al cielo, pero tuvo la mala fortuna de que estaba en obras. Lleno de albañiles y andamios, el aburrimiento, la polvareda y el ruido hacían que el ambiente se convirtiera en irrespirable. Así que Juan pidió traslado al infierno, pero no se lo aceptaron porque era bueno. Ya solo le quedaba solicitar que lo enviaran al limbo; San Pedro le dijo que la Iglesia Católica lo había eliminado y que ya, ni siquiera podían ir los niños no bautizados. Así es que el bueno de Juan volvió a la tierra, pero ya no quería ser bueno, ¿para qué?
15/12/2021
Estupendo, pones en cuestión estos conceptos tan afianzados por la doctrina eclesiástica. Un desenlace para pensar...
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