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Mostrando entradas de agosto, 2023

233. ME PONGO A DIETA DE AMOR

Ella no sabía que a las seis de la tarde se enamoraría, por eso a las cinco salió de su casa para estirar la cabeza y las piernas. Cuando llevaba seis mil pasos y como premio a su vilipendiado cuerpo, maltrecho por los kilos y la vida, decidió entrar en una cafetería y zamparse un trozo de tarta y un café con leche. El local estaba abarrotado de niños merendando, abuelos que hacían de canguro y perros domesticados que hacían de niños. Todos felices, excepto ella que no divisaba un lugar discreto donde cometer su pecado gastronómico. Sonreía ingenua cuando, sin pretenderlo, se tropezó con un hombre interesante, de mirada enigmática. No muy alto y nada guapo, pero, al menos a ella, debido a la indigencia emocional por la que atravesaba, le resultaba atractivo. Él resuelto, le propuso compartir la única mesa que quedaba libre y ella no se negó. Resultaba una pareja de buen ver. Sumarían entre los dos unos setenta años. El camarero, hasta ahora ausente en la trama, tomó la inicia

225. UNA TILDE DECISIVA

Pensando en mi extraña dieta de adelgazamiento andaba liada mi mente, cuando, de pronto, se tropezó conmigo el librero de la esquina. Creo que en nuestro fugaz encuentro me acercó a la nariz un paño impregnado en algo parecido a cloroformo porque me quedé dormida y cuando abrí los ojos, me encontraba en su casa.   Con cara burlona, reconoció el buen hombre que se trataba de un secuestro narrativo en toda regla. Y, ¿qué pides como recompensa?, me atreví a preguntar. Él, sin dudarlo, me dijo que un relato. Yo, en tono bastante seco, le comenté que esto de la escritura es un poco lío y que prefería pasar a la historia como Sócrates que solo hablaba y hablaba y que eran sus discípulos los que se encargaban de las tildes, reglas y demás enredos gramaticales. El librero, en tono socarrón, argumentó que yo no tenía clá o grupo de personas que me aplaudieran y que después de exponer mis ideas dijeran: fenomenal, qué hondura, que cadencia, qué sentimiento… con lo cual, si quería retornar a mi c