Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de octubre, 2023

243. Y EL SÉPTIMO DÍA DESCANSÓ

 Él es el más alto. Él es el más tranquilo. Él es el más confuso. Él es el más sibarita. Él es el más amortiguado. Ella, ella es la más espiritual. Estos son mis seis novios, con arroba incluida. Cada día de la semana le toca a uno. En una hoja Access voy anotando: nombre, aficiones, conversaciones frecuentes y apetencias sexuales. Que no quiero herir sensibilidades.             El más alto se llama Jesús, es de Sevilla, como el Jesús del Gran Poder y para más INRI, nunca mejor dicho, siempre tiene cara de pena, pero besa bien, por eso le he asignado el lunes, para ir entrando poco a poco.             El martes tengo a Lorenzo, el más tranquilo. Siempre llega tarde. Le tengo que recordar que no tenemos todo el día; que contra pereza, diligencia. Le tengo que recordar que empiece por arriba pero que se pare, sin prisas y con esmero, donde él sabe. El más confuso, siempre duda del día que tenemos fijado. Andrés, cielo mío, el miércoles. Acuérdate de la ceniza del Señor. Acuérdat

UNA MOSCA DIFERENTE ( 2º Premio. Concurso de Narrativa brevísima “Con poco, mucho”. La Librería. Libro taberna. Montequinto. Dos Hermanas. Sevilla)

  “ El fuego ya está apagado”, dijo irónicamente el funcionario ante el improvisado parto. Se trataba de su primera salida, en el cuerpo de bomberos, tras aprobar las oposiciones. Fue llamado a la Biblioteca Pública porque una mosca, sin techo, estaba con contracciones. Al no disponer de epidural, le tuvo que proporcionar una botella de vino con efectos hipnóticos. Orgulloso constató que María Luisa -así dijo que se llamaba la dolorida parturienta- era una mosca feliz, y quizás algo beoda, porque, gracias a la ayuda recibida, había tenido dos mosquitas blancas, caucásicas y grandotas como toda su orgullosa estirpe. Para sorpresa de todos, la henchida madre comprobó que, como en una nebulosa, una de las bebés se iba tornando marrón, gris, negra, que le salían alas, que su carne rosada se había esfumado… Comprobó que se estaba convirtiendo en una mariposa. En una mariposa negra. Miró a su alrededor por si encontraba a Kafka con su Metamorfosis o por si había una cámara oculta de al

242. DE CUANDO ME DISFRACÉ DE OTRA

Soy una muchacha de barrio, pero no choni ni poligonera, ¿eh?, que yo me he sacado el graduado y trabajo de dependienta en una panadería. Hablando de mi curro os quería decir una cosita. Bueno, mejor, os la cuento.             Creo que estoy colada por un pavo que viene todas los días a comprar un bollo de pan rústico, integral, de avena y con semillas de chía, sésamo, amapola, girasol y yo que sé cuántas hierbas más, que me hago un lío. Flipo cuando veo que deja su bicicleta en la puerta. Claro que él no es como yo, así normal. No. Él lleva coleta, mochila, cuello achinao , o como se diga, y un libro en inglés debajo del brazo, que no sé ni cómo no se le cae. Bueno, a lo que iba. Quiero ligarme a ese tío, y para llamar su atención tengo que parecerme a él, así que me he apuntado a un curso on line que se llama: ”Cómo ser aceptado en el grupo de intelectuales, sin serlo”. Todos los jueves, de cinco a seis, me conecto y el profe nos va explicando lo que debemos hacer/saber para