Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de octubre, 2021

153. CESTA CON QUESO, FRESAS Y VINO

  El bosque estaba ahí esperando o, al menos, eso alegabas como excusa para organizar el picnic. Que si vamos a respirar aire puro, que si abrazaremos   árboles como terapia natural, que si llevaremos una cesta con queso, fresas y vino, que si haremos el amor al anochecer. Lo que no te perdono es lo de que si nos daremos un chapuzón en el lago.   Aunque lleve varios años muerta, te lo tenía que decir.   31/10/2021

151. DISCIPLINA MILITAR

  Después se extinguían silenciosamente con paso redoblado, y en orden casi marcial iban desperdigándose a sus respectivos barracones. Ese pelotón de soldados estaba adiestrado en la disciplina más férrea y en el sometimiento a las normas, por muy arbitrarias que estas fueran. Me sentía orgullosa de haber sido su   instructora militar. Señorita, señorita, ya ha acabado el recreo. Todos los niños se están peleando   y usted sigue con los ojos cerrados diciendo: “"¡En marcha! ¡Ar!"   24/10/2021

150. INOCUA EXISTENCIA

  Soy muy pequeño. Todos me tienen una manía especial, casi me odian; unos porque se asfixian, otros porque sienten claustrofobia, otros por pereza. Todos protestan al verme. Mi existencia es anodina, mi utilidad está en entredicho, e incluso hay mucha gente que prescinde de mis servicios. Qué triste y desgraciada existencia la mía. Siempre me he sentido inferior, en cuanto a mimo y decoración, con el resto de las estancias de un comercio: nada que ver con la entrada, los escaparates o el mostrador. Yo nunca estoy a la vista. Casi siempre me diseñan como un pequeño receptáculo con un simple espejo y una cortina. Para qué me quejo, si nadie me escucha. Intentaré ser positivo. Hoy supongo que tendré poco trabajo. No creo que le gente se anime a salir de compras con este calor asfixiante y el tórrido cielo   de esta sobremesa veraniega. ¡Ay!, qué susto. Se acaban de cargar la cortina y ha caído la barra con toda la fuerza de la gravedad. Los artífices de esta acción han sido la su

149. ECLESIÁSTICOS AFECTOS

  Después de tres partos y quince carnavales, le dije a mi marido: “Ya es hora de que nos quitemos el disfraz, de que nos despeinemos, de que todo salte por los aires. Quiero separarme”. Para mi sorpresa, él aceptó de buen grado. Dado su alto compromiso con la Iglesia Católica, puso un único requisito: la nulidad por el Tribunal de la Rota.             Nuestra boda, hace ya tres décadas, fue de alto copete, con misa organizada y concelebrada por el reverendísimo señor obispo y dos de sus presbíteros. La relación de nuestras familias con la jerarquía eclesiástica era excelente, incluso llegamos a compartir tarta y café algunas tardes dominicales. Por eso cuando nos presentamos mi marido y yo en el arzobispado, para pedir la nulidad de nuestro matrimonio, me sorprendió la cara de casi felicidad del obispo, que en lugar de intentar convencernos de que nos diéramos una segunda oportunidad, se limitó a aconsejarnos que un motivo infalible que podríamos aportar era la no consumación. Me pa

EL PIJAMA INOPORTUNO ( Finalista del III Concurso de Relato Libre ENES.26/10/2021) (Publicado en el blog del Club de Letras .UCA. el 02/03/2021)

Creo que se llamaba Rosa o Julia, o quizás ni se presentó. No recuerdo. Qué más da. Lo cierto es que la conocí una mañana fría de febrero. Cruzamos las miradas justo cuando nuestros dedos índices coincidieron presionando el botón “subir” del ascensor. Ya dentro, el desdichado espejo descubrió a dos mujeres muy diferentes. Yo la estresada ama de casa que venía de dejar a los niños en el colegio, con aspecto descuidado y mirada triste. Ella parecía una mujer con clase, con estilo y glamour. Parecía más feliz que yo. Cuando pulsé el quinto piso y ella el ático, supuse que sería una mujer   triunfadora y con dinero. Me atreví a romper el hielo y le dije:      —Hola, me llamo Pilar y creo que soy su vecina del quinto. ¿Es nueva en este edificio? Nunca habíamos coincidido, ¿verdad?      Ella, con una mirada libidinosa, se abalanzó sobre mí y con premura pulsó el botón “stop”. Tuve la sensación de que me desnudaba con la mente y por primera vez en mi vida sentí una atracción inédita e

148. LA VERBENA

Los primeros compases de la banda iniciaron las fiestas. Creo que fue la frase escogida anoche por mi marido para saludarme cuando se presentó al amanecer; luego, con la desfachatez que le caracteriza, me dijo: —Disculpa la hora, cielo. Ya sabes, tuve que asistir a la inauguración de la verbena porque soy el alcalde—. Yo sabía que en el baile se encontraría con su amante, el concejal de urbanismo, para más señas, pero esta vez no me importó, casi me alegré y pensé: “Debo ser cauta y mantener la compostura. Debo llamar al notario para estudiar cómo ponemos las cosas en orden, es decir, todo a mi nombre. Después ya veré.”   05/10/2020    

145. LA MANIFESTACIÓN

  Estaba yo absorta mirando la impoluta pantalla en blanco de mi portátil, cuando sentí a lo lejos unas consignas subversivas revolucionarias. Como pude regresé de mi ensimismamiento y me encontré con una manifestación surrealista. Allí estaban todos mis personajes reivindicando que cambiara de estilo, que me pasara a la prosa poética o al thriller local tan de moda. Todos querían revivir historias, pero más profundas, con menos guasa y mejor contadas. Que no, que no puedo atenderos. ¿Qué queréis otro relato?, pues os esperáis porque yo ando buscando un seudónimo que me represente, que sea mi imagen y con el que pueda firmar los múltiples ejemplares que venderé. U n seudónimo sonoro y sorprendente para cuando me llegue el golpe de suerte en el mercado editorial. Ahora podría estar escribiendo sobre mis tardes de verano, de los olores de mi infancia o del cielo nublado que coronaba mi vida cuando me dejó mi primer novio. Y no, aquí ando pretendiendo encontrar un alias que me abra m