“Estaba harto de que mi mujer me mirara con el ceño fruncido y mis hijos con ojos enojados. Estaba harto de que mi suegra, cuando venía a casa, me regalara una mirada gruñona y desafiante. Estaba
harto de que hasta el perro me apuntara con la patita acusatoriamente. Todos juzgaban y sentenciaban mi actitud y mi comportamiento. Estaba harto y casi a punto de explotar, mi tensión arterial, las transaminasas y los niveles de azúcar en sangre los tenía desorbitados. Me sentía agónico, abrumado, en el fondo mi vida estaba tomada por la culpa y el miedo; por todo ello me apunté a un curso vivencial de transformación personal, o lo que es lo mismo un curso donde te planteas: o cambias de vida o petas. Los objetivos a conseguir eran recuperar la paz mental, la satisfacción sexual, el equilibrio emocional y la libertad intelectual. Creo, humildemente que con mucho esfuerzo, coraje y empeño lo conseguí.
Hoy se cumplen tres años de estar tomando sólo agua, ni una gota de alcohol, ni bebidas con azúcar. Son tres años de no fumarme el rutinario paquete de tabaco ni siquiera el porro de después de cenar. Son tres años de llevar una dieta saludable, comiendo frutas y verduras, sin fritos, sin sal, sin grasas, sin pan, sin carnes. Son tres años de estar haciendo deporte a tope. El cambio en mi cuerpo y en mi mente ha sido increíble. He perdido peso, ahora respiro llenándome de vida, tonifico mi mente y mis músculos e incluso se ha fortalecido mi fe y ya no pongo a prueba mis creencias. He cambiado mi vida y soy feliz. Por todo ello quiero dar las gracias a mi familia y a su apoyo incondicional, sin vosotros, nada de lo conseguido habría sido posible”.
Hecho. Tengo claro que quiero cambiar, ya he elegido la asociación para la terapia y hasta he redactado la carta de agradecimiento a mi familia que, con total seguridad, encomendará el sicólogo que me trate. Esta noche pido perdón a todos y mañana, sin falta, me apunto a ese curso de… ¿cómo se llamaba? Ah, sí, de realización personal o algo parecido.
09/06/2021
Lo ideal y lo real, casi consigues convencernos de esa realidad imaginada y pospuesta, al fin y al cabo la decisión está "tomada" o quizás pensada. Me gusta las sensaciones que describes físicas y emocionales
ResponderEliminarY yo que pensaba... te has vuelto a quedar conmigo.
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