Quiero una cita seria. Quiero encontrar pareja y, como el
grupo de amigos y conocidos reales está ya muy trillado, he recurrido a las
páginas de contactos. Estoy barajando: Solteros60, Solteros con nivel, Fuego de
Vida, Amigos Con Derechos, Quierorollo, Contactos Rápidos o Meetic.
A pesar de mi antipatía por el inglés, escogí Meetic, ante la vulgaridad tan evidente de
las que respondían a un nombre español. El registro era gratuito y se podía
disfrutar de las herramientas y servicios de la versión de pago, pero solo
durante tres días, con lo cual me tenía que dar
prisa. El primer paso consistía en rellenar un cuestionario en el que
tenía que responder, según la web, a preguntas sencillas, básicamente se
trataba de saber quién eres y qué quieres. Se lo dices a un filósofo existencialista
y se muere de la risa. Se trata de las dos preguntas más profundas y esenciales
que puedes hacerte y debes responder con pocas palabras – entre 10 y 15 líneas,
como un microrrelato. Este trámite da más estrés que cantar los temas en unas oposiciones a
Notaría. Yo solo quería salir a pasear, hacer viajes y
leer, o lo que fuera, junto a la chimenea. Quería una relación primero de
amistad y luego ya se vería, pero sin convivencia. Y, sobre todo, quería que el
presunto fuera “normal”: tranquilo, sincero, curioso y divertido. Me hice una
foto para la ocasión y, tras algunos intentos, mi decisión fue poner en el
perfil un corto y tajante: “me gusta escribir”. Fue darle al ENTER y tener casi
al instante numerosos mensajes. Siempre digo que el copia y pega es el mejor invento de la informática. Empecé por el
primero para no liarme.
—Ola
prinsesa, me llamo Lui y soi abogado. Olle, ke gueno lo de ke te guste escribí
porke yo admiro musho a los escritore, porke los escritore escriben cosa, a k
sí? Me gusta viajá en hoteles de todo incluido. ke te parese si Kedamo y nos conosemos, corasón? Si kedamo te voi a
lleva un ramo de flore brillante, brillante de un plastico que parese naturá.
¿Qué le respondo? Que soy republicana
y que no le he preguntado, todavía, en qué trabaja. Que la frase en la que
dice que los escritores escriben cosas parece sacada de un discurso de
Rajoy. Que como escriba así las demandas judiciales no ganará ningún caso. Que
las ces y las zetas se las pasa por el forro. Que odio las flores de plástico y
las pulseritas de come y bebe hasta
reventar. Que en mi perfil tenía que haber especificado que “la soledad es para
mí una liberación”. Tan ojiplática me quedé que solo fui capaz de contestarle:
Hola Luis, un consejo: ¡Alfabetízate!
04/06/2020
Sensacional, Yayo, vaya ligue. Un relato muy de tu estilo, desenfadado y crítico.
ResponderEliminarUn estilo muy fresco, me gusta
ResponderEliminarNo sé ni qué decirte, siempre espero tus textos y nunca me decepciona. Estupendo.
ResponderEliminar¡Jajajaja! Un inicio donde el personaje tiene un objetivo claro manifestado y argumentado con formalidad, pero que a partir de la 2ª línea nos va dando ese humor que resalta el lado absurdo en todo lo que acontece en el texto. Singular para el personaje todo el proceso, así como la manera de sentir, definir sus gustos y la frase clave en el perfil, que permite luego esa primera respuesta tan inmediata. El argumento va teniendo su punto álgido en esa escritura inconcebible, con un guión sin desperdicio y lo mejor está en el desenlace, tanto en el análisis que hace, como en su forma directa e irónica de responder.
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