Para
que luego digan que los monstruos somos nosotros. Mi familia es excéntrica y estrafalaria. Vivimos en
una mansión junto al cementerio. Todo en nosotros es siniestro, desde el timbre
de nuestra puerta, que suena como un aullido, hasta las telarañas que cubren
casi todos los viejos muebles de la casa. Nos gustan los vampiros, Frankenstein
y el hombre lobo; pero esto no es óbice para que seamos divertidos y
felices.
Tenemos unos vecinos despiadados que están todo el
día gritando e insultándose y cuando se cruzan con nosotros, entre risas y
aspavientos, nos llaman la familia
Monster, como si los monstruos fuéramos nosotros.
17/01/19
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