Según la ONU yo soy
una “adulta mayor” porque tengo más de 60 años. Por lo visto se han inventado
este término porque suena mejor que tercera edad o anciano. Me mosqueo porque
hasta le han asignado un día internacional, el 1 de octubre, y eso siempre
denota que existe algún problema sin resolver.
En las sociedades
orientales los mayores son respetados y venerados; y, sobre todo en laantigüedad, tenían
un papel importantísimo, porque
eran ellos los encargados de transmitir sus consejos y experiencias a los más
jóvenes.
En España, sucede
todo lo contrario, los eméritos somos más bien un estorbo que cobramos
pensiones y, según alguna política malagueña, vivimos demasiado.
Por todo lo
anterior y, antes de que mis bragas de cuello vuelto, mi cuerpo y mis
facultades cognitivas sigan deteriorándose, quiero transmitiros este “Manual del anticonsejo”, con el
objetivo general de dar las explicaciones
necesarias y, paso a paso, de cómo no aconsejar a terceros, aunque lo estemos
deseando.
Este manual está
referido a personas mayores de edad y tendrá un ámbito de aplicación general,
es decir, tanto en las relaciones paterno-filiales, de pareja, familiares, como
afectivas o laborales.
Instrucciones de
uso: cuando alguna persona cercana se sincera y nos cuenta sus problemas, o
peor aún, sin sincerarse con nosotros, observamos que tiene un problema,
seguiremos los siguientes pasos:
-Escuchar con atención
-Mantener la calma
-No ser responsable de las acciones de los demás
-Dejar que cada cual resuelva lo que le corresponde
-No ser receptáculo de responsabilidades ajenas
-Considerar que nuestra angustia, insomnio, estrés,
no resuelven los problemas de los demás, sino que agravan los nuestros
Disposición final:
Sólo se podrá dar un consejo si se nos pide expresamente y de los demás depende
seguirlo o no.
Casi un folio me ha
ocupado defender la idea de la necesidad de no aconsejar unilateralmente, ni
asumir responsabilidades ajenas para ser feliz, y hay autores que con una frase
lo consiguen: “Tú eliges
hacia dónde y tú decides hasta cuándo, porque tu camino es un asunto
exclusivamente tuyo”. Por eso odio a Jorge Bucay.
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