Menuda decepción. Desde pequeño me educaron con frases contundentes como “si te duele, te aguantas”, pero ese fatídico día sentí un dolor intenso en los testículos, por primera vez en la vida mostré debilidad y me acerqué a las Urgencias del Centro de Salud cercano a mi vivienda. Ya a la entrada, el letrero de “No hay médico” no auspiciaba nada esperanzador. Iba a salir corriendo pero el celador, amablemente, me hizo pasar a una consulta y allí estaba el monitor y una voz que en la lejanía me decía. “Hola, soy la doctora García, estoy de guardia en otro centro pero dispongo de dos minutos para atenderle. Dígame: ¿Qué le pasa? Relájese y muestre en la pantalla dónde le duele”. Sorprendido pero obediente me bajé el pantalón y la ropa interior y, cuando ya los tenía a la altura de los tobillos, escuché otro mensaje procedente como del espacio sideral que decía: “Se acabó su tiempo de consulta. Inténtelo en otro momento”.
22/11/2022
¡Ja ja ja! Tan real como futurista. Bebes de las fuentes actuales y eres capaz de ironizar con humor. Genial la idea.
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