El nuevo inquilino de la puerta de enfrente es un asesino, la semana pasada le vi sacar una gran alfombra enrollada como si dentro llevara un bulto pesado; le costó mucho trabajo meterla en el ascensor. Pero ayer por la noche fue aún peor: al vecino de al lado, que va en silla de ruedas, lo tiró por las escaleras. Quedó hecho trizas, el pobre. Hoy barrunta algo porque se ha pasado toda la tarde dando vueltas por el descansillo. Este psiquiátrico cada día está más entretenido, cuando me quieren dar el alta, finjo que estoy loco porque en casa me aburro. 08/11/2022