Necesitaba algo mucho más grande para llenar mi cuerpo y mi mente de placer, para sentir temblores y electricidad, para perder el control y experimentar que mis piernas temblaban y mi corazón ardía de deseo...
Eso de tener que ganarme la vida escribiendo una columna semanal de literatura erótica era un rollo, me aburría y me daba sed. Dejé, por un momento, el bolígrafo y lo tuve claro: pediría a mi jefe el cambio a predicciones astrológicas, el público lector era menos exigente.
27/09/2022
Ingenioso, ya la idea es muy buena, interesa esa primera parte que te hace imaginar. En la segunda parte esa realidad y sus deseos... Original como siempre.
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