Ring, ring… Hola, me llamo Cristal, soy gordita, rubia, guapa y sabrosa. Tengo muslos redonditos y muy juntitos. Mis tetas son grandes y me duelen los pezones de los duros que están. ¿Cómo te llamas? Jo, que se me caen los auriculares. Desde que el muy cabrón me dejó plantada con los tres niños, tengo que hacer todos los días estas guarradas para llegar a fin de mes. Ya los he dejado en el colegio y debo darme prisa en hacer las albóndigas y dejarlas al menos fritas, que las dos de la tarde están al caer y no veas con el hambre que vienen las criaturitas. ¿Qué te gustaría hacer? ¿Me comerías todita ? Empezarías por los pies y luego irías subiendo, subiendo poco a poco... ¿Ah sí? Qué cachonda estoy… Me pones mucho, ¿quieres que me toque? ¿Con un kilo de carne picada tendré bastante? Menos mal que ayer hice la masa. Ay, ay, qué mojada estoy. Me muero por hacerte feliz. Qué ganas de comértela toda… Su poquito de miga empapada, su poquito de ajo, pizca de sal y que no falte