Ahora golpearé la tumba con los nudillos y te volveré a preguntar sigilosamente: ¿Estás ahí, estás ahí? ¿Sigues vivo?
Ya hace cinco días que vengo al cementerio y te hago las mismas preguntas. Sé que siempre me respondes, que sí, que no estás muerto y que te ayude. Sé que al terminar de oírte, me voy a casa y sigo con mi vida. Comprenderás que no pueda perdonarte que quisieras el divorcio, alegando falta de comunicación conmigo. Para compensarte, ahora todos los días tenemos nuestra pequeña charla.
17/01/2022
Muy original, una historia anterior imaginada y una clara declaración de intenciones de futuro con venganza de por medio
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