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Mostrando entradas de mayo, 2021

138. Una eternidad juntos

El ruido de un tiroteo consiguió despertarlos de su letargo, eran cuarenta años de matrimonio y… ya se sabe. La rutina se impuso hasta en lo más recóndito de la relación. Pero ese tiroteo callejero les recordó cuando allá por los años setenta ya no se querían e incluso habían pensado en tirar cada uno por su lado. Después, siguieron juntos y hasta hoy.   —Catalina, ya ni recuerdo por qué no nos llegamos a separar. —Pues yo sí, Juan, por la hipoteca, Juan, por la hipoteca. 26/05/2021

136. TORRE DE BABEL

  A quien no entiendo es a él. Con los demás del grupo de tertulia no tengo ningún problema, pero él, él habla muy rápido, parece que está enfadado, sus sonidos son aspirados, guturales o como se diga. Sus palabras suenan   con tanta fuerza que me abruman, me atolondran y no llego a captar el mensaje que intenta transmitir.   La verdad, es que su conversación me resulta totalmente incomprensible. Los demás contertulios me recomiendan no agobiarme y que, en todo caso, me apunte a algunas clases de alemán.   11/05/2021

137. La pizza

  A las 22:00 se produjo la erupción, no por esperada, menos temida. Creía que emanaría lava, ceniza y gases tóxicos del cráter del volcán. Creía que aumentaría la temperatura en el interior del manto terrestre. Creía, creía, ilusa de mí. Lo que verdaderamente se produjo a las 22:00 horas fue un fuerte dolor abdominal, acompañado de diarreas, náuseas y erupción, pero en la piel, se me llenaron las piernas de ronchas. Cenar pizza siendo celíaca es lo que tiene. 19/05/2021

139. La fuente de la libertad

 A los veinte años nos conocimos y nuestra relación era mágica. Nos casamos y solo tenía ojos para mí y no quería que nadie me mirara y se volvió posesivo y decía que yo me insinuaba. Un día llegó   enfadado y me pegó y lo vi normal y me fue apartando de mi familia y vivía solo para él y me insultaba y yo callaba y se arrepentía y me abrazaba y yo le perdonaba. Tuvimos un bebé y yo me sentía atemorizada y le volvía a perdonar. Una madrugada nuestro hijo enfermó y él lo zarandeó y yo abracé a mi retoño y salí corriendo a la calle y la boca se me secó y me encontré una fuente para beber y presioné el pulsador y brotó agua, vida y valor y… me he atrevido. Esta es mi verdad, señor agente, quiero denunciarle.

Perdonadme (Club de Letras de la UCA 25/03/20) (Relato finalista en el II concurso relato libre ENES (Encuentro de escritores en Sevilla), Donbuk Editorial 2020. 26/02/2020)

Mi hermano Raúl tenía los ojos azules. Sus mandíbulas eran fuertes, sus labios gruesos y su rostro armónico y hermoso. El   torso lo tenía perfecto y las piernas y brazos tonificados, pero no en extremo. Tan guapo que sus amigos solían bromear diciendo que con un poco de rímel y maquillaje, sería hasta guapa. Era el más alto y la excepción de la familia, porque el resto, incluidos mis progenitores, pertenecíamos, sin duda alguna, a la raza caucásica mediterránea: morenos, ojos oscuros y bajitos. Mi hermano Raúl era el más listo de todos. Mi madre decía, bastante a menudo, que era   el que aprendió antes a hablar, a andar y a restar y dividir. En el colegio era el más   educado y responsable. Todos comentaban que era apasionadamente curioso. Curiosidad que le llevó a ser el número uno de su promoción de Ciencias Físicas de la Universidad de Oxford. De casa fue el único que estudió en el extranjero, ya que en mi familia los recursos económicos estaban muy limitados. A mí me toc

El reseteo (Texto seleccionado por el CEPER Pintor Zuloaga con motivo del Día Internacional del Libro 2021)

Le agradezco con otra sonrisa su mentira piadosa, doctor.   Sé que intenta animarme, pero es difícil la papeleta esta de ser mujer no correspondida en amores. El día en que se fue ya me puse a pensar en cómo acabar con mi vida. En plan tranquilo, tomándome pastillas o con más acción,   arrojándome al tren o a un acantilado. Cada media hora me suicido mentalmente, pero eso de los venenos o los precipicios no me va. Ayer, estaba embelesada redactando mi nota de despedida y, perdone el atrevimiento, me vino usted a la mente: su sosegada conversación, su atractivo y masculino cuerpo, su… Mi cerebro se ha reseteado. ¿Tomamos un café después de la sesión? 08/11/2020     Texto seleccionado por el CEPER Pintor Zuloaga con motivo del Día Internacional del Libro 07/05/2021