—Buenos días, ¿es usted el último? —Sí señora, aquí llevo un rato esperando.Con este colapso en las citas previas del INSS, realizar cualquier gestión es una proeza. Hace ya tres años que estoy por resolver un problemilla con mi jubilación. Después de toda la vida trabajando en la empresa familiar y al pedir mi vida laboral, comprobé que no he cotizado ni un solo día, que pertenezco a la economía sumergida, o como se llame, así es que no me queda otra opción que solicitar la pensión no contributiva. Menos mal que sisé aquí y allá y tengo mis ahorros a buen recaudo. Con la familia no cuento, pero tengo muchos amigos y con eso, de momento, voy tirando. —Pues yo vengo a que me suban la retención del impuesto IRPF, porque me pone furiosa que la declaración me salga positiva en junio. Me parece de maravilla contribuir con al sostenimiento de los gastos públicos pero ya podían respetar las pensiones medianas y que pagaran más los ricos —dijo resignada la buena señora. —Totalment