Y ella finge que se lo cree, lo sé. No tengo arreglo. Por qué me paré en el bar de la esquina al salir del trabajo, por qué me bebí mil copas, porqué me emborraché otra vez. Como cada noche al entrar en casa, de madrugada, estaban todas las luces apagadas y ella ya acostada, creo que dormía. Empecé a justificarme, le mentí. Al principio parecía arisca, como enfadada, pero yo sabía que me estaba esperando. Sin suplicarle demasiado empezó a darme unos masajes relajantes con toquecitos en la cabeza. Sus susurros y gemidos me volvían loco. Ya se estaba quedando dormida apoyada en mi cuerpo, pero yo no pude menos que, en agradecimiento a su amor incondicional, levantarme y traerle su platito con leche. 01/04/2020 Amor incondicional Descansaba durante el día porque cada madrugada la pasaba esperando su regreso. Fingía que dormía. Él siempre me mentía, ponía mil excusas por su retraso. Al principio me mostraba arisca, enfadada, altanera, pro siempre caía rendida y, si