UNA MOSCA DIFERENTE ( 2º Premio. Concurso de Narrativa brevísima “Con poco, mucho”. La Librería. Libro taberna. Montequinto. Dos Hermanas. Sevilla)
“ El fuego ya está apagado”, dijo irónicamente el funcionario ante el improvisado parto. Se trataba de su primera salida, en el cuerpo de bomberos, tras aprobar las oposiciones. Fue llamado a la Biblioteca Pública porque una mosca, sin techo, estaba con contracciones. Al no disponer de epidural, le tuvo que proporcionar una botella de vino con efectos hipnóticos. Orgulloso constató que María Luisa -así dijo que se llamaba la dolorida parturienta- era una mosca feliz, y quizás algo beoda, porque, gracias a la ayuda recibida, había tenido dos mosquitas blancas, caucásicas y grandotas como toda su orgullosa estirpe. Para sorpresa de todos, la henchida madre comprobó que, como en una nebulosa, una de las bebés se iba tornando marrón, gris, negra, que le salían alas, que su carne rosada se había esfumado… Comprobó que se estaba convirtiendo en una mariposa. En una mariposa negra. Miró a su alrededor por si encontraba a Kafka con su Metamorfosis o por si había una cámara oculta de al